De papel, de cristal, de vidrio, de viento, de sueños, de lamentos…
Frágil, tan frágil como lo son los ojos ante el despiadado deseo, que los envuelven y los hacen perder; no quiero perder, no quiero ser frágil, no quiero.
¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? , parecerá repetitivo pero solo son tres veces de las infinitas que se repiten en mi cabeza; y la verdad es lo peor, porque la verdad es que no encuentro respuestas y no hallo más opción que conformarme con mentiras.
Desahogo, fragilidad, vulnerabilidad, soledad, engaño, incertidumbre, son solo de las cuantas palabras que me llenan de vacío, me pregunto ¿soy yo?, ¿quién soy yo? No lo sé. ¿En qué me he convertido? ¿En qué me convertiría…? no lo se.
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